Cada vez nos encontramos con el mismo problema; empezamos un nuevo proyecto y tenemos que crear toda la estructura del proyecto partiendo de cero, de un ejemplo, o haciendo copy-paste de otro anterior. Esto implica cambiar algunos nombres de ficheros y carpetas, o contenido de ciertos ficheros; es toda una invitación al desastre.
Hace tiempo me enamoré de un generador de webs estáticas llamado pelican; puede que fuera por estar escrito en python, o por tener una gran colección de temas y plugins disponibles. Con el tiempo, han aparecido muchas alternativas, y una de ellas me llamó la atención por su sencillez y velocidad: hugo.
En otros artículos hablé de una librería javascript que nos permitía escribir documentación de forma fácil, escribiendo en el fichero .html
el contenido en lenguaje de marcado markdown. Se trataba de Strapdown y le he dado mucho uso desde entonces; aunque soy minimalista y me gusta ir a lo básico.
Los Server Side Includes (SSI) son una extensión de algunos servidores web que nos permiten hacer manipulaciones en el fichero HTML servido de forma fácil. Esto nos permite, por ejemplo, incluir snippets de código en nuestras páginas estáticas, lo que contribuye en el principio Dont Repeat Yourself, sin contenido duplicado.
Me defino como una persona de tecnología clásica, pero últimamente me ha dado una aire de modernillo y me he empezado a mirar el tema de los podcasts. Como amante del terminal necesitaba conocer alguna herramienta que me permitiera hacer casts de mi terminal y encontré uno interesante: es asciinema.
He sido fan de python desde hace muchos años. Inicialmente lo empecé a utilizar porque, junto a bash, era la herramienta que venía por defecto en todos los servidores que administraba. Pero con el tiempo salió la versión 3, incompatible con la 2; al final me ha tocado migrar forzadamente.
Es muy divertido ir a una reunión con gente de negocio y decir algo como “tratamos los servidores como ganado”. La cara que suelen poner es épica, en parte porque no conocen lo que eso significa, y en parte porque asocian ese término en otros ámbitos, como el ámbito ganadero.
Hace unos días salió la release 3.8 de Alpine Linux. Por problemas varios en el build, la imagen de docker se hizo esperar bastante, y como la paciencia no es una de mis virtudes, decidí darle un intento en una máquina virtual Virtualbox, quedando gratamente complacido con el resultado obtenido.
Cuando usamos herramientas concretas para todos los miembros de un mismo equipo, suele ser problemático instalarlo en sus equipos. Por la ausencia de instalación y su gran reproducibilidad, es cada vez más frecuente distribuir esas herramientas en una imagen de Docker, aunque esto no garantiza estar libres de otros problemas.
A veces nos encontramos en un ordenador que no tenemos preparado para usar nuestras aplicaciones habituales, o simplemente no es el nuestro, o no queremos ensuciarlo para probar aplicaciones nuevas. Si disponemos de docker, es posible ejecutarlas compartiendo solamente el unix socket del servidor gráfico para verlas en nuestra pantalla.