Soy un gran fan de python y siempre ando trasteando con alguna librería nueva, en vistas a un script para simplificar mi trabajo, o simplemente como un wekeend project. Me es infinitamente útil usar virtualenv, pero genera una carpeta que ocupa demasiado y contiene algo más que solamente las librerías.
Cuando trabajamos con python, muchas veces necesitamos instalar librerías con pip o easy_install. Dependiendo de la naturaleza de nuestros proyectos, las librerías suelen variar, pero siempre solemos utilizar las mismas. En estos casos puede ser útil tenerlos cerca, cacheados en un servidor en nuestra red local, para su rápido acceso.
El otro día estuve optimizando unos scripts hechos en bash que había hecho otro. Como resultado del lenguaje usado era un caos de comandos, muchos de ellos para limpiar la salida y darle la forma adecuada. Los reescribí en python usando la librería cx_Oracle, que compilé en un fichero wheel.
Cuando nos encontramos delante de servidores únicos, es bastante fácil su gestión. Sin embargo, cuando tenemos 8 instancias de cada tipo de servidor, las tareas se vuelven lentas y repetitivas. Podemos incluso automatizar la gestión de una sola máquina para hacer su entorno fácilmente reproducible, en vistas a su reconstrucción.
En el artículo anterior de esta serie montamos el cluster de la base de datos que íbamos a necesitar para las aplicaciones que conformaban este entorno de ejemplo. Ahora que tenemos la base de datos, falta poner los servidores de aplicaciones que sirven nuestras aplicaciones y que usan el cluster.